jueves, 4 de febrero de 2010

El futbol es el Rey, y su Reina... La Fórmula 1

Hay que ver cómo ha evolucionado un deporte que hasta hace unos año era casi exclusivo de sibaritas por el mero hecho de que un españolito destaque. Fernando Alonso le ha dado una nueva dimensión al automovilismo, no se le puede negar, y prueba de ello es la locura que estos tres últimos días se ha vivido en el circuito Ricardo Tormo de Cheste. A parte de que la gente está muy "desfaenada" -los más de cuatro millones de parados dan fe de ello- el piloto asturiano, y su curia, han sido capaces de movilizar a casi 40.000 valencianos en un miércoles laborable, para algunos, que no quisieron perderse el estreno de Fernando Alonso a los mandos de un Ferrari.
Claro, ante tal expectación, Alonso no podía fallar, y no lo hizo. En poco menos de dos horas, eso sí, dando más vueltas que un tiovivo a una pista que conoce perfectamente, mejoró el tiempo de su compañero Felipe Massa, que a su vez era el mejor tiempo que en estos primeros test invernales nadie había logrado, convirtiéndose así, si ya no lo era incluso antes, en un firme aspirante a ser el próximo campeón del mundo.
Hablando de campeones, la pista valenciana logró reunir a cuatro de ellos, un hecho inédito, creo (si no que me corrijan) en un circuito. Lo cierto es que ver junto a Alonso a Schumacher, Hamilton o el vigente, Jenson Button era más que un aliciente para desplazarse hasta las instalaciones de Cheste. El alemán, evidentemente, no está en su mejor momento, después de tres años fuera de las pistas, mientras que los dos ingleses, enrolados en McLaren, tendrán que convivir con la responsabilidad de ejercer como jefe de la escudería, con lo que de nuevo aparecen dos gallos en el gallinero británico.
El día dio para mucho más, como por ejemplo comprobar que Pedro Martínez de la Rosa no está oxidado, ya que llevo su Sauber al segundo tiempo, por detrás de Alonso, o que los 19 años de Jaime Alguersuari, además de ilusión tienen la calidad suficiente como para que su Toro Rosso le llegara a enseñar el morro a todo un Schumacher.
Pues bien, la Fórmula 1 ya se ha ido. La próxima cita con la capital valenciana será en el mes de junio y los monoplaza se trasladarán de Cheste el Puerto para correr sobre el circuito urbano y mientras, los aficionados valencianos se olvidarán un poco del ruido de los motores y el olor a gasolina para volver a enfundarse la bufanda y acudir a Mestalla donde el Valencia quiere mantener la buena racha en la Liga que le devuelva a los años de nobleza europea. El equipo de Unai Emery, aunque sea a su pesar, tiene una oportunidad de oro en la presente temporada para volver a ocupar los puestos de privilegio continentales que vivió a principios de la presente década y no la debe desaprovechar. Los aficionados, los valencianistas, son conscientes de ello y la próxima batalla se disputa el sábado frente a un rival que llega tocado y con un técnico nuevo en el banquillo. El Valladolid no tiene que ser más que otra víctima de los de Mestalla, que volverá a reunir a 40.000 almas para apoyar a su equipo. Si, 40.000 como los que estuvieron el miércoles en el Ricardo Tormo. Pero es que el fútbol sigue siendo el Rey, aunque la Fórmula 1 haya alcanzado el estatus de Reina.

1 comentario:

  1. Yo también fuí a Cheste, y aunque Alonso no se dejó ver mucho ante los miles de aficionados que nos agolpábamos en las vallas de Ferrari, valió la pena.

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